miércoles, 20 de mayo de 2009

Meditando.

La humildad es amable, callada y serena…Es pacifica, bondadosa y comprensiva. No es grosera, vociferante, ni ruidosa… Nunca se ensoberbece ni jamás se jacta. Sus obras secretas y fieles serán el emblema de sus logros. Nunca se coloca en el centro del escenario, dejando que todos los demás realcen su gloria… La humildad es penitente y no trata de justificar sus faltas; perdona a los demás… La humildad no busca la popularidad ni la publicidad; no exige honores por que el regalo más grande es aquel que siempre permite expandir el sentimiento fidedigno del amor entregado y recibido por un tiempo eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario